Vida sexual y maternidad

Toda mujer con Síndrome de Rokitansky puede tener una vida sexual activa. El conocimiento de su propio cuerpo es un paso importante para que todas las mujeres conozcan las sensaciones que les brindan placer. La relación entre dos personas debe construirse con diversas formas de intimidad y placer, además de la relación sexual vaginal.

Durante el proceso de dilatación terapéutica e incluso después de finalizar el tratamiento, la penetración vaginal puede causar dolor y malestar. Es importante evaluar si el dolor es soportable o supera la tolerancia de la mujer, causando sufrimiento físico y emocional. De esta manera, la mujer podrá conocer la forma de placer por penetración sin traumas.

Maternidad

Para las mujeres con ausencia o subdesarrollo uterino, el embarazo natural y fisiológico no es posible. En este caso, hay otras posibilidades para aquellas que deseen experimentar la maternidad.

El embarazo puede llevarse a cabo mediante otra mujer, conocida como madre gestante o “barriga solidaria”“, después de la fertilización in vitro de los óvulos de la mujer con síndrome y el esperma de su pareja o donante. De esta manera, el hijo será genéticamente de la mujer o de la pareja. Según el Consejo Federal de Medicina, la donación temporal del útero solo es posible por parte de mujeres que tengan un parentesco de hasta 4º grado con la pareja. Los casos degestación subrogadaa por amigas o conocidas son posibles después de un proceso de consulta al Consejo Regional de Medicina.

La adopción siempre es recomendada para las mujeres que desean ser madres pero que no pueden o no desean pasar por el embarazo. Los procesos de adopción traen historias hermosas tanto para las familias como para los niños. El proceso debe iniciarse en la oficina de la infancia y la juventud más cercana al lugar de residencia de la futura madre.

El trasplante uterino aún se considera una opción experimental debido a su alta complejidad. Se realizó por primera vez en Suecia en 2014 con una donante viva y en Brasil en 2016 con una donante fallecida. El procedimiento comienza con la fertilización in vitro y la congelación de los embriones. Luego se busca una donante de útero compatible, viva o fallecida. Después se realiza el trasplante. La mujer trasplantada debe tomar medicamentos inmunosupresores durante varios meses para garantizar que el cuerpo no rechace el útero donado y solo después de este período se realiza la implantación del embrión. El parto debe ser por cesárea y, si no hay complicaciones durante el embarazo, la mujer trasplantada puede decidir si desea conservar el útero para un segundo embarazo o si debe ser removido.

Con el avance de los recursos y las investigaciones en el campo médico, es posible que en un futuro cercano estén disponibles otras opciones para las mujeres con Síndrome de Rokitansky.