Sobre el síndrome

El Síndrome de Rokitansky, también conocido como Síndrome de Mayer-Rokitansky KusterHauser o Síndrome MRKH, lleva este nombre en honor a los médicos investigadores August Franz Josef Karl Mayer (1787–1865), Carl Freiherr von Rokitansky (1804–1878), Hermann Küster (1879–1964) y Georges Andre Hauser (1921–2009). Tal vez algún día podamos llamarlo simplemente Síndrome Roki.

Es un síndrome congénito de causa aún desconocida que afecta el sistema reproductivo femenino durante su formación, aún en los primeros meses de vida fetal. Los órganos genitales comienzan a crecer, pero no se desarrollan completamente, afectando principalmente la formación del útero y el canal vaginal. En la mayoría de los casos, el útero está ausente o es muy pequeño y el canal vaginal (el camino entre el útero y la vulva) es más corto y más estrecho de lo habitual, pudiendo también estar ausente. La genitalia externa, la vulva (clítoris, uretra, labios menores y mayores, himen) y el ano tienen un desarrollo normal, al igual que los ovarios y las trompas de Falopio (conducto que lleva el óvulo del ovario al útero).

El síndrome se clasifica en dos tipos:

  • Tipo I, con afectación aislada de los órganos reproductores, con una incidencia de una de cada 5 mil mujeres
  • Tipo II, con asociaciones de alteraciones sistémicas en otros órganos, con una incidencia de una de cada 10 mil a 15 mil mujeres, siendo casos aún más raros.

La mujer con Síndrome de Rokitansky tiene un desarrollo hormonal normal. En la pubertad, desarrolla senos, vello púbico y axilar, además de otras características sexuales. La ausencia del ciclo menstrual, el registro de dolores o dificultades en las relaciones sexuales son motivos que llevan a buscar atención médica, generalmente entre los 13 y 18 años de edad.

En el examen físico ginecológico, el médico identificará una genitalia externa normal y un canal vaginal alterado, siendo esta la primera característica importante del Síndrome de Rokitansky. Se deben solicitar exámenes de imagen para concluir el diagnóstico, siendo la ecografía pélvica el principal examen para registrar la ausencia o subdesarrollo del útero, la normalidad de los ovarios y las características renales. La resonancia magnética también permite visualizar las estructuras reproductivas femeninas internas con mayor detalle. Si se solicita, el análisis de sangre examinará el perfil hormonal sexual y el cariotipo femenino (46,XX) normales

Las indicaciones de tratamiento, seguimiento clínico y apoyo emocional son importantes en todas las etapas, para que la mujer pueda lograr una vida saludable con el menor sufrimiento físico y desgaste emocional posible.

El Instituto Roki fue creado para contribuir, ayudar y acoger a todos los involucrados en esta jornada.