Tratamientos

Investigaciones y estudios médicos presentan posibilidades de tratamientos, tanto clínicos como quirúrgicos, para el desarrollo del canal vaginal. Actualmente, el tratamiento con dilatadores es la primera recomendación entre médicos especialistas en el Síndrome de Rokitansky en todo el mundo. La opción por la cirugía siempre implicará riesgos, requiere anestesia general y no elimina el uso de dilatadores después de la gran mayoría de las técnicas quirúrgicas. Por lo tanto, deben ser consideradas solo cuando no haya éxito con la dilatación. El médico podrá aclarar todos los procedimientos y acompañar la elección de la mujer cuando ella esté segura y confiada para tomar su decisión.

Dilatadores

La técnica de dilatación progresiva fue definida en 1938 y es conocida como Método Frank. Consiste en el uso diario de dilatadores plásticos de diferentes tamaños y progresivos. Las sesiones deben durar de 20 a 30 minutos para lograr éxito en el tratamiento. Generalmente, los juegos de dilatadores están compuestos por 3 o 6 tamaños diferentes, que varían de 3 a 15 cm de longitud. El primer dilatador es similar a un tampón vaginal delgado. A medida que la vagina se expande, se debe reemplazar el dilatador por el siguiente tamaño hasta completar el tratamiento con el uso de los dilatadores más grandes. La duración del tratamiento varía entre 6 y 12 meses y deberá ser orientado y supervisado por el profesional de la salud.

A continuación, indicamos la forma correcta de usar los dilatadores:

Todas las dudas o inseguridades deben ser compartidas con el equipo médico o alguien capaz de orientar a la mujer durante este período.

Cirugías

Las cirugías para la construcción de la vagina se denominan vaginoplastia o neovaginoplastia, y se indican cuando el tratamiento con dilatadores no tiene éxito. El equipo médico debe hablar con la paciente y sus familiares sobre las posibilidades quirúrgicas y la experiencia del equipo con cada técnica. Los procedimientos quirúrgicos conocidos son:

  • Cirugía de Davydove: utiliza parte del peritoneo para la construcción vaginal. En el postoperatorio, algunas mujeres han reportado casos de malestar y dolor umbilical causados por la tracción;
  • Cirugía de McIndoe-Bannister: utiliza injerto de piel en molde de goma, y ha evolucionado en relación con los moldes e injertos, utilizando actualmente otros materiales. Después de la cirugía, es necesario el uso diario de dilatadores durante aproximadamente 3 meses;
  • Cirugía de Williams: utiliza la piel de los labios mayores para formar una “bolsa vaginal”. Los informes de malestar en la actividad sexual, debido al eje de la nueva vagina, y el crecimiento del vello fueron registrados por mujeres que optaron por este procedimiento;
  • Cirugía de Vecchietti: se realiza por laparoscopia para fijar hilos externos al sistema de tracción en el abdomen. El alto costo, los cuidados con el equipo y la necesidad de una segunda cirugía para retirar el dispositivo fueron considerados desmotivadores para algunas mujeres.

Es muy importante que todas las dudas sobre cada procedimiento sean aclaradas y que la mujer esté segura para decidir cuándo se realizará la cirugía.